Batalla por los Símbolos
Símbolo: Signo que establece una relación de identidad con una realidad, generalmente abstracta, a la que evoca o representa.
Un negro es asesinado por un policia blanco en EEUU. Surgen movilizaciónes y protestas contra el racismo. Estas no son masivas, pero la cobertura mediática internacional agiganta los disturbios y al mismo tiempo promueve la ola de protestas en varios sitios de EEUU y en otros países, con la consecuente repercusión en redes sociales. Las figuras escultóricas de San Junípero Serra y Cristobal Colón terminan vandalizadas... ¿Cervantes acusado de racista? También, y su escultura vandalizada en España. Lejos, muy lejos, del lugar donde ocurrió el homicidio del afroamericano. Pareciera que el manco de Lepanto es responsable de la muerte de George Floyd, aunque haya vivido hace mas de 400 años en un mundo muy distinto al actuál.
¿qué nexo hay entre una cosa y la otra? Poco importa. Se ha desatado una furia iconoclasta contra todo lo que huela a Occidente y a Cristiandad. Pero esto no es de ahora. El sistema promueve en las juventudes el odio hacia lo blanco, occidental, heterosexual, viril, cristiano, católico, hispano-románico y germánico. Un trabajo fino de ingeniería lleva a despreciar a los jovenes occidentales su propia piel y a aborrecer sus propios orígenes.
En esta entrada no se va a hablar de los hechos mencionados, que son de público conocimiento. Venimos sólo a recordar de una batalla que no es nueva, pero que a la luz de los recientes acontemientos se hace visible con mas claridad: la batalla por los símbolos. Hace tiempo se libra en el seno de cada cultura cristiana -en procesos de descristianización- una auténtica puja entre los símbolos cristianos y los símbolos no cristianos. Estos últimos conforman la simbología difundida por la ideología de la globalización, y remiten en la mayoria de los casos a la simbología propia de la masonería, y en última instancia, a signos satánicos presenten en sectas, logias y movimientos de izquierda. Por lo que una vez más se confirma la batalla que está siempre detrás del telón: Jesucristo o Satanás.
Hubo tiempo en que los cristianos teníamos cabal conciencia de la fuerza que portan los símbolos. Fuerza eminentemente espiritual. Detrás de cada signo cristiano se veía la Gracia de Dios. Entonces ante cualquier situación, buena o mala, una acción surgía casi como acto reflejo, para que todo saliera bien: hacerse la señal de la cruz. Se solía además emplazar una cruz en caminos, o en el lugar donde alguien hubiera muerto, para pedir por esa alma y desearle un feliz paso a la inmortalidad. Lo que últimamente vemos es que se ubica el nombre de la víctima en una estrella de cinco puntas, que no sabemos cuanto le podrá ayudar al fallecido cuando esté de cara a Dios.
El mundo se ha llenado de representaciones del Gólgota, donde el hombre fue redimido por la Sangre de Jesús. No era mera decoración. Sino invocación del poder de Dios, fuerza que viene de lo Alto. Lo dijo Nuestro Señor: "Cuando sea levantado en alto atraeré a todos hacia mi" (Jn. 12. 32). Baste con decir "Jesús" dignamente o dulcemente, en cualquier conversación, para que la Gracia de Dios se haga presente.
La masoneria sabe esto tanto o mas que el actuál cristiano y así ha perpetrado su simbolismo por doquier. Hoy vemos signos "iluminatis" hasta en la sopa. En youtube abundan los videos de famosos haciendo los mismos y extraños gestos. Han logrado que nos hagamos, inconscientemente, tatuajes con signos que no comprendemos, creyéndonos auténticos cuando no nos inscribimos en nuestra piel sino lo que indirectamente nos dictan. Anécdota personal: el año pasado al reencontrarme con un amigo me sorprendí viendo un enorme ojo de Horus en su brazo. ¿por qué te tatuaste el ojo de horus? Le pregunté, pero muy bien no lo sabía. Lo vio en algún lugar, le gustó y se lo hizo. Tal vez la pregunta ni siquiera debió ser porque se tatuó tal signo sino porqué se tatuó...
Vemos pirámides con el "ojo que todo lo ve" en remeras para mujeres, y otros signos mas que se van extendiendo
Pero vayamos mejor a lo grueso: Obeliscos emplazados en puntos geoestratégicos a nivel mundial (Paris, Washington, Londres, Buenos Aires, etc.). Ciudades diseñadas arquitectónicamente siguiendo un patrón simbólico-ocultista: Por ejemplo la ciudad de La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires, conocida por su esquema de diagonales que trazan el signo de la escuadra y el compás.
Pero ni siquiera esto es un secreto, la ciudad fue fundada por masones y cualquier hijo de vecino lo sabe. Sólo que se tiene una vaga y confusa idea sobre lo que es la masoneria.
Volvamos al principio: San Junípero Serra derribado por izquierdistas ahistóricos que ven como racista y "homófobo" todo lo que les remita a la Cristiandad, a la Iglesia o a lo hispánico. No tiene importancia si San Junípero Serra en realidad defendió a los indígenas de los esclavistas o si Cervantes fue preso por los moros y no al revés. Porque no lo leyeron ni les interesa leerlo, ni tampoco tal vez gustarían de la prosa castellana del siglo de oro. Como títeres ideologizados sólo actuán movidos por la propaganda y la visión del mundo miope que han forjado en sus mentes.
La batalla por los símbolos tuvo otro episodio en Parque Sarmiento, en la ciudad de Córdoba, provincia Argentina. Donde un grupo de veteranos de Malvinas descolgó una bandera lgtb para izar la de la Patria. Algunos medios tergiversaron el hecho, claro está (1).
Del otro lado del atlántico, en España, la asociación "abogados católicos" gano un pleito judicial logrando que la bandera lgtb fuera descolgada del frente del ayuntamiento de Cádiz (2).
Son pequeños triunfos, hay que valorarlos.
Pero debemos recordar, en honor a la verdad, y no para apocar los ánimos, el sinnúmero de derrotas que en el pasado hemos sufrido silenciosamente en el terreno de los símbolos. Muchas de estas derrotas nunca las vimos porque mientras nuestras naciones se paganizaban y la educación se caía a pedazos, el fútbol, Tinelli y la politiquería ocupaban nuestra atención.
Nos arrebataron, por ejemplo, el símbolo de la paz: La paloma blanca, que remite a la manifestación del Espiritu Santo en el Bautismo de Jesús en el Jordán. Trastocado a partir de los 60 en la cruz invertida de Nerón, símbolo satánico. En su momento introducido por el movimiento hippie, luego presente en la "cultura global".
Podríamos hablar también de los decretos que ordenaron retirar los crucifijos en escuelas públicas. Un crucifijo entronizando un aula, donde los chicos pasan horas durante todo el año, significaba más de lo que uno puede pensar. Aunque la educación misma y los contenidos ya impliquen una derrota, la imágen sagrada de Cristo encima del pizarrón molestaba... había que quitarla. Hubo protestas es cierto, y en algunos sitios no los quitaron.
Podríamos ennumerar más: La batalla simbólica en el mismo Santuario de Fátima en Portugal: de un lado crucifijos retorcidos y extraños, y del otro imágenes sagradas que el fiel sabe apreciar ubicadas en la tradicional basílica.
Ayer mismo Infocatólica titulaba: "La dictadura china elimina mas de 500 cruces de Iglesias y lugares públicos"(3). No le bastó al gobierno chino comunista prohibir el culto público, también fue necesario remover todo aquello que remitiera al Santo Sacrificio de Nuestro Señor Jesucristo.
Para finalizar quiero recordar la celebración que propuso el Vaticano para el 8/12/2015, Día de la Inmaculada Concepción, donde por primera vez sobre la fachada de la Basílica de San Pedro se realizó una proyección audiovisual naturalista, sin imágenes de la Inmaculada ni tampoco de Santos ni de fieles cristianos sino... de animales. Espectáculo profano organizado por el mismo Vaticano en el día de la Inmaculada para conmemorar los 50 años del CV II e inaugurar el "año de la Misericordia"...
Esta batalla simbólica es importante. Pero primero se comienza por casa. No es lo mismo tener un crucifijo en nuestro comedor o una imagen de la Inmaculada, que no tenerlo. Lo sabemos. Por eso llenamos nuestras casas de ellos. Hagámonos una simple pregunta: ¿qué padre querría que en el cuarto de su hijo hubiera una imagen de Satanás pendiendo de una pared? ¿y que padre de buena voluntad si se encontrara con esto no procedería inmediatamente a quitarlo de allí? ¿y actuaría de forma distinta si en vez de ello hubiera un cuadro de un ángel de la guarda?
El enemigo sabe de la importancia tremenda de los símbolos, nosotros también, es algo que el cristiano siempre supo pero que ha ido olvidando casi al mismo tiempo que iba olvidando que era eso de ser cristiano...
La lucha que ayer no se dio hoy se está dando y está a la vista de todos, y esto es lo bueno. Ya no hablamos de un símbolo de la paz satánico que esconde su verdadero origen de forma velada. Directamente hoy se derrumban estatuas, se construye un templo a Baphomet y se portan banderas anticristianas defendiéndose derechos contrarios a la naturaleza. Se han caído las máscaras y los dos bandos de la batalla se presentan ahora definidos.
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Estoy sorprendida con ésta información realmente valiente, valiosa y confiable.DIOS LES ACOMPAÑE Y LES GUÍE EN TODO MOMENTO.
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